Riesgos y complicaciones de la cirugía la radiación y la quimioterapia

Probablemente no exista en toda la medicina un mayor reto que tratar un paciente con tumor cerebral. No obstante con los avances actuales en técnicas quirúrgicas, así como en tecnología, se ha logrado disminuir la mortalidad de los pacientes y mejorar el resultado final de los pacientes, con el objetivo de reintegrarlos a su vida cotidiana.

Las complicaciones que se pueden presentar con el tratamiento desde una perspectiva general, varían en relación al diagnostico final, a la localización del tumor, al tipo de cirugía realizado, a la dosis o tipo de radiación y/o quimioterapia administrada. De forma general se puede decir, que existen probabilidades de pérdida de la función motora, la sensibilidad o alteraciones cognitivas, tanto en memoria, atención, juicio, lenguaje o estado de ánimo de un paciente tratado de tumor cerebral. Es importante determinar pues con certeza en cada caso particular los tipos de riesgo a los que se somete una persona con el tratamiento de un tumor cerebral. El médico debe informar de forma clara y precisa los posibles riesgos así como ayudar a tomar la decisión y en cuanto al tipo de tratamiento que más convenga.

¿Qué tecnologías se utilizan en la cirugía de tumores cerebrales?

Con la utilización de Tomografía craneal y Resonancia magnética de encéfalo desde los 70 y 80 ha sido posible la utilización de Neuronavegación la cual tiene como fin utilizar imágenes en 3 dimensiones, durante el procedimiento quirúrgico que ayudan a orientar al cirujano a entender la anatomía distorsionada del paciente y del tumor a tratar. El resultado es una cirugía más segura en términos de resección tumoral más completa y menor daño al tejido cerebral normal.

La esterotaxia es otro método utilizado para orientar tridimensionalmente el acceso a cualquier lesión dentro del propio cerebro, esta utiliza un sistema cartesiano de coordenadas aunado a un marco hecho de carbono en la mayoría de las veces, milimétricamente calibrado, que se coloca al paciente previo a la cirugía. La finalidad como en la neuronavegación es la disminuir la cantidad de tejido nervioso sano dañado.

Durante el procedimiento quirúrgico es posible medir la actividad eléctrica cerebral (Mapeo cortical transoperatorio) de una zona que controla una función en específico, por ejemplo, la movilidad de un brazo o un pierna e incluso el lenguaje. De esta forma se pueden resecar tumores que se encuentran en muy próximos a zonas que controlan una función en especial.

¿Cómo seleccionar al médico correcto?

Aunque como tal no existe el “mejor Médico”, si es importante tener en mente algunas situaciones, que pueden ayudar. Primero es importante que se cuente con un equipo multidisciplinario para el manejo durante y después de la cirugía, es decir, neurocirujano, neuroanestesiólogo, neuropatólogo, neuroncólogo especialistas en rehabilitación. Etc. La comunicación entre médico-paciente es una herramienta vital, para el conocimiento mutuo.

La segunda opinión es un derecho del paciente con la que se puede confirmar o ver desde variados puntos de vista la opinión del primer médico tratante.

En cualquier situación la plena comunicación de riesgos y beneficios con y sin cirugía y/o terapia adyuvante, puede ayudar a seleccionar el médico de mayor comodidad.


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